
Dentro de nuestro particular Día del Libro, hoy te traigo una propuesta encaminada a recuperar y reivindicar tu bellísimo/a niño/a interior, el libro “Volver a casa” de John Bradshaw.
En el mismo orden de ideas, el gran psicólogo Carl Gustav Jung planteó que nuestro maravilloso niño interior es fuente de una fuerte paradoja. Este niño es la fuente de la divinidad, la regeneración y los nuevos comienzos y a la vez, posible fuente de contaminación y destrucción.
Cuando venimos al mundo, nos encontramos en nuestro momento más vulnerable. Necesitamos de nuestras figuras maternantes para poder sobrevivir. Es en ese estado, donde nos encontramos bajo el influjo de estas figuras que nos ayudarán a despertar o nos oscurecerán nuestra parte más espiritual y auténtica.

Volver a casa es sanar al niño interior
Lo que suele ocurrir, desgraciadamente, es que, en la mayoría de las ocasiones, nos encontramos con padres que a su vez fueron niños heridos y sufrieron faltas de respeto a su propia individualidad o privaciones importantes para el desarrollo de su auténtica esencia.
Estos “niños adultos”, hasta que no hacen un trabajo terapéutico honesto, siguen buscando tapar sus necesidades infantiles no cubiertas a costa de “lo que sea”. Cubren su realidad de cualidades infantiles desvirtuadas, egoístas y faltos de conexión con su auténtico yo. Al mismo tiempo, viven escondidos y sepultados por falsos yoes que construyeron para sobrevivir a estas situaciones desfavorables. Pero sobre todo son incapaces de recordar que, todo lo que ahora buscan fuera, ya lo tuvieron una vez dentro de sí.
Buckminster Fuller explica esta conciencia olvidada del yo con una bella oda a la infancia.
El mayor poema jamás conocido es uno del que todos los poetas han surgido la poesía, innata en paños, de tener solo 4 años. Todavía joven para formar parte Del gran corazón de la naturaleza, Nacido hermano del pájaro, el árbol y la bestia, Inconsciente como la abeja. Aún revestido de encantadora razón cada día un nuevo paraíso en construcción Alegre explorador de cada sensación ¡Sin desmayo, sin pretensión! En tus ojos transparentes No hay conciencia ni sorpresa: El singular acertijo de la vida aceptas, tu peculiar divinidad recuerdas… La vida, que todo lo pone en verso, puede que haga de ti un poeta con el tiempo, pero hubo días, oh tierna cría, en que tú fuiste la misma Poesía.

Reglas positivas
En “Volver a casa”, Bradshaw, comparte algunas reglas positivas que son necesarias transmitir a tu niño interior para hacerle conectar con su auténtico yo.
- Está bien sentir lo que sientes, todas las emociones son importantes y todas tienen un mensaje para tí, aprende a respetarlas, son parte de tu poder personal. Eres responsable de la forma en que lo expresas.
- Es bueno que respetes tus necesidades, tus deseos y tus anhelos, que nadie te diga lo contrario.
- Está bien que respetes la información que perciben tus sentidos. En otras palabras, está bien lo que percibiste y es correcto.
- Es positivo jugar, disfrutar, tocar, explorar.
- Es esencial decir la verdad. Sé honesto y pide lo mismo, la comunicación se hará más clara y fácil.
volver a casa
- Tienes que aprender a tener disciplina y postergar los premios. Así podrás disfrutarlos más.
- Tienes que saber que es de tu responsabilidad y que no. No asumas cosas que no te pertenezcan y responsabilízate de las que sean tuyas. Responsabilízate de tu niño herido y protege de esta manera su vulnerabilidad
- “El que tiene boca se equivoca”. Vivir conlleva un riesgo, cometerás errores, y aprenderás de ellos. hay un dicho que dice, “A veces se gana y otras se aprende”. No tengas miedo a cometerlos.
- “Tu libertad termina donde empieza la de los demás”. De tal manera que, respetarás y amarás a los demás como te gusta que lo hagan contigo. Si no, tendrás que asumir la culpa. Esa emoción sana que nos dice cuando hemos pisoteado un derecho ajeno y tenemos que restituir el daño.
- En la vida siempre te encontrarás con dificultades que salvar, son parte de la propia existencia. Ocúpate y hazte cargo.
- Este libro te ayudará a escuchar, recuperar e integrar a tu maravilloso niño interior con sus mejores cualidades (curiosidad, creatividad, ingenuidad, confianza, optimismo, alegría, etc), a través de pautas y técnicas prácticas, colocándote en el papel de adulto protector.
volver a casas
Te invito a leerlo, si no lo has hecho ya, e intercambiar impresiones en comentarios.
Con cariño, Verónica
Finalmente, si te ha gustado este post te sugiero leer mi anterior recomendación «Las diosas de cada mujer».